Poco más de una semana nos queda de verano. En ocho días llegará hasta nosotros, los que vivimos en el hemisferio norte, y con él un tiempo en el que los jardines se llenan de bellos colores.
En esta fase, las hojas de las plantas, adquieren un protagonismo especial. Muchas de ellas cambian de color mientras envejecen, y se tornan amarillas o rojas, los Acer palmatum o arces japoneses destacan con singular belleza. Su follaje, verde o rojizo según la variedad, va adquiriendo diferentes tonalidades hasta volverse intensamente dorado, rojo o naranja, hasta que caen.
Existen tres subespecies de Acer palmatum: subsp. palmatum, subsp amoenum y subs. matsumurae; todos ellos nativos de Japón o Corea del sur. Pero se pueden encontrar miles de cultivares comerciales diferentes, obtenidos por el hombre a partir de la especie tipo y que se diferencian en multitud de características: talla, porte, forma de las hojas, color, etc
Algunos cultivares del arce japonés son de muy pequeña envergadura y pueden cultivarse en macetas. Otros, más grandes, son adecuados para plantar en el suelo del jardín. Todos son árboles caducifolios y el proceso de defoliación resulta fascinante. También es una de las especies más populares de Bonsai.
Se acerca el otoño y si no tienes un arce japonés en tu jardín, seguramente lo desees. Pero cuidado, no es un árbol adecuado para cualquier climatología. Hablo desde mi propia experiencia y sé, que el cálido clima mediterráneo no permite que prospere. Los arces japoneses necesitan climas frescos con inviernos fríos y suelos ácidos para desarrollarse bien.
es uno de los árboles con mas gancho para aficionados y profanos a la jardinería. Y si ya te gusta el jardin japones… más aún jejeje.
Saludos
Si, Raúl, es un arbolito muy tentador!
Me encanta este ejemplar, mira que lo miro cuando lo encuentro y creo que tiene poderes himnoticos hacía mi,..jejeje. Un abrazo