Pequeñas flores de fotinia

La primavera en el jardín es como un concierto donde los instrumentos se van incorporando poco a poco a la melodía para finalmente interpretar la obra maestra. Cada planta comienza a florecer en un momento determinado y parece que se asoma con timidez: primero una flor, luego dos, después varias…, hasta que finalmente se abren en su mayoría y el arbusto despliega toda su belleza.

Así comenzó mi jardín hace días, primero las margaritas, después la glicinia, tras ellas alguna rosa solitaria… Y ahora le llegó el momento a la fotinia, que cuajada de diminutas flores parece una gran bola de nieve sobre su tronco.

La fotinia de mi jardín tiene forma de arbolito, aunque éste no es su porte natural. Yo buscaba un árbol para ese rincón, pero hasta el más pequeño de los árboles hubiese sido excesivo para este pequeño jardín. Así que buscando encontré este arbusto que era lo más conveniente a mis intenciones, algo que diese cierta proyección vertical al jardín sin cubrir demasiada superficie.

Además de las flores, la fotinia tiene otro encanto primaveral: las hojas nuevas brotan de color rojo antes de volverse verdes. Es una cualidad muy interesante de esta planta, que toma diferentes tonalidades según avanza la temporada.

Debo reconocer que mi fotinia tiene alguna carencia, los colores cuando la planta está bien nutrida son bastante más oscuros, tanto el verde de las hojas antiguas como el rojo de las nuevas. Esta semana estoy esperando un pedido de fertilizantes, seguro que en cuanto la abone comenzará a recuperarse.

Os dejo algunas imágenes de la planta y si queréis conocer algunos datos más sobre ella podéis leer la ficha que escribí sobre ella cuando la planté: fotinia. Veréis además como ha crecido en este tiempo.

¡Feliz fin de semana!