Los jardines del Chateau La Ballue rodean un fastuoso castillo del siglo XVI levantado por el aristócrata y político francés Gillet de Ruellan, consejero del rey de Enrique IV. Era Conde de Ruellan, Marqués de La Ballue y otros títulos nobiliarios más. Su pasión era construir grandes mansiones con suntuosos jardines, y dicen que murió de dolor cuando la menor de sus nueve hijos se casó con su el hijo de su peor enemigo. Pero no seguiremos hablando de él, sino de este precioso jardín que mandó construir en la región de la Bretaña.
Desde su construcción, el jardín La Ballue ha pasado por distintas situaciones. Años de gloria y años de abandono, numerosas guerras y una fuerte hambruna, tras la Segunda Guerra Mundial, que lo convirtió en campo de patatas. En la década de los 70 del siglo pasado recuperó su porte aristócrata y fue abierto al público para sufragar los gastos que conlleva el mantenimiento de un espacio tan bello y brillante. La geometría de la topiaria se funde con las maravillosas vistas del paisaje bretón.
Hay quien adora los jardines ingleses con su característico paisaje natural; hay quien prefiere la delicada y asombrosa geometría del jardín italiano; hay quien siente predilección por el aroma a hierbas del jardín mediterráneo y quien anhela sumergirse en la relajante quietud del jardín japonés. A mi todos me parecen fascinantes y no sabría cual elegir. El jardín de mis sueños está lleno de plantas mediterráneas, quizás por la influencia del mar y el clima donde transcurre mi vida. Pero si el espacio fuera grande, habría un poquito de cada tipo de jardín en él. Como en el jardín La Ballue, italiano en esencia y con rasgos afrancesados, propios de las tierras que ocupa.
Os dejo con la colección de fotografías que ofrece la web La Ballue (enlace al final de la página), allí hay más información para conocer un poco mejor el lugar. Si planeas visitar la región de la Bretaña no dudes incluir este sitio en tu ruta, estoy convencida que no te decepcionará. Luego vuelve y nos cuentas si me he equivocado o no.
Imágenes: La Ballue cotè jardins
¡Vaya, es impresionante este jardín, menudo laberinto!
Bueno, ya conoces mis gustos y sabes que esas formaciones tan "perfectas" no me van mucho, pero he de reconocer el mérito que tienen y lo especiales que resultan.
Muchos besos.