Uno de los talleres programado para dentro de unos días en el Jardín Botánico de Valencia trata este tema, interesante y sorprendente en ocasiones. Todos estamos habituados al uso de determinadas flores en cocina, pero es cierto que la cocina de vanguardia las utilizarla de una forma poco habitual. Más de uno conocerá los caramelos de violetas o se habrá tomado una infusión de té con jazmín o de hinojo, lo que no es tan habitual es ver la flor completa aderezando un plato y eso, parece que es tendencia en cocina.
Las flores comestibles decoran los platos aportando aromas y nutrientes
Hay algunas flores que son muy utilizadas en cocina habitualmente
La lista de flores comestibles es muy larga, unas se comen y otras se beben. Se utilizan para aromatizar salsas, preparar mermeladas o realizar jarabes y bebidas. Los pétalos de las rosas se utilizan en repostería y las flores de calabacín rellenas y rebozadas son una tapa deliciosa. Alcachofas, col, coliflor o brócoli son flores que estamos tan habituados a comer que casi ni apreciamos que los son.
Desde la antigüedad las flores son muy apreciadas en cocina
El uso de flores en cocina es tan antiguo como el uso de hierbas aromáticas. En el siglo VIII, el propio emperador Carlo Magno redactó una lista de 94 plantas que se debían plantar en sus dominios. Dicen que él sentía predilección por las ensaladas con flores de malva. La cocina andalusí introdujo el uso de los estigmas de la flor del azafrán y el clavo (flor del clavero) para sazonar guisos. Los griegos introdujeron las alcaparras (capullos florales), los romanos aromatizaban el vino con pétalos de rosas y es tradición en la cocina japonesa incluir crisantemos en los platos de Año Nuevo.
Desde hace varios años se van introduciendo en gastronomía flores que para nosotros no era normal encontrar en un plato: viola, violeta, caléndula, capuchina, lila, jazmín, etc. Lo normal es encontrarlas como guarnición acompañando el plato principal para darle un toque de distinción, color y aroma, pero también aportan vitaminas, minerales, almidones y proteínas.
Se calcula que hay más de 250 especies de plantas con flores comestibles, aunque el número de las disponibles en el mercado es muy inferior. Existen empresas que se dedican a recolectar y vender flores para usos gastronómicos y es una garantía comprarlas ya preparadas pues se deben consumir con cuidado, como si de cualquier otra hortaliza se tratara. Nunca debemos consumir flores de floristerías, jardines públicos o viveros porque desconocemos si están tratados con pesticidas, De igual modo, solo comeremos flores de nuestro jardín si nunca las tratamos con estos productos y estando seguros de que son aptas para el consumo humano.
Para temas de horticultura yo siempre recurro a las guías que el magrama ofrece en referencia a cada tema. En este caso no he encontrado una lista muy detallada, pero sí un folleto informativo que nos puede ser de mucha utilidad y nos da una idea de lo que nosotros mismos podemos cultivar en el jardín para luego comer.
Si vais a cultivar flores o plantas en el jardín para utilizarlas en cocina recordad que debéis tratarlo como si fuera un huerto y olvidaros de pesticidas, fungicidas, insecticidas, fertilizantes o cualquier otro producto de síntesis. Emplead sólo productos naturales, que nadie me diga luego que no aviso.
Flores comestibles, poco habituales, que se pueden utilizar en cocina
Os dejo aquí una breve lista de flores que se pueden comer y he extraído de una publicación de horticultura del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente que podéis ver en este enlace.
Pensamiento
Clavel
Caléndula
Capuchina
Margarita
Borraja
Geranio aromático
Rosa
Violeta
Pensamiento
Lavanda
Guisante de olor
Orquídea
Conejito
Fuchsia
Mostaza
¡Ah! Y cuidado con los nombres comunes de las plantas, algunos son muy claros pero otros pueden llevar a confusión. ¿Margarita? Será Bellis perennis, la margarita silvestre del campo, imagino. Si alguien lo sabe, me encantaría que aportase el dato. Mientras, pongamos la margarita en cuarentena.
Y si estás en Valencia y quieres conocer este tema en profundidad, no olvides que el próximo día 5 de marzo, en el Jardín Botánico se imparte un taller en el que nos enseñarán todo lo que las angiospermas (plantas con flor) pueden aportar al mundo de la gastronomía. ¡Con clases prácticas! Las plazas se reservan en esta dirección: Flores con sabor.
Y tu, ¿conoce más flores que se puedan comer?
Muy interesante Monica, algunas lo sabía y de otras me acabo de enterar y las probaré que soy muy dada a eso. Muchas gracias y un beso grande.
Yo también hay alguna que quiero probar. Ya nos contaremos.
Un beso!
Belleza y sabor nos ofreces hoy en tu post, Mónica!
Desde luego la margarita es la Bellis perennis, también la Bellis sylvestris, aunque dentro de ese nombre genérico hay muchas más, como la Anthemis o manzanilla.
Me encantaría, si pudiera, asistir a ese taller.
Muchos besos.
Gracias, Montse. Pero como hay quien llama margarita a otras plantas con esa forma, yo aviso. Gracias por el aporte.
Un beso!
Bonito y interesante tema, pena estar tan lejos.
Suele usar algunas, le dan un toque muy particular e interesante a un plato. Es de esas cosas que estoy deseando pase el invierno para aprovechar flores.
La margarita se usa tanto la silvestre o margarita de los prados, Bellis perennis, como algunos tipos de híbridos de jardinería. Creo que lo importante en todo caso, es que se recolecten sin haber sufrido tratamientos químicos o zonas sin derivas, alejadas de contaminación de carreteras, etc.
Si, ambas cosas son importantes. Gracias por tu comentario, Llosona.
Un abrazo!