Aster son plantas vivaces de flores compuestas, similares a las margaritas, con cabezas florales que parecen pequeñas estrellas. Llenan de color los jardines a finales de verano y otoño, cuando otras plantas ya han dejado de florecer. Son plantas muy versátiles que se pueden utilizar con diversos propósitos: para hacer fronteras, en jardines de rocas o incluso en jardines informales. Una maravillosa propiedad de los aster es que atraen mariposas e insectos beneficiosos al jardín.
Aster, descripción de la planta
Dependiendo de la variedad, la altura de la planta puede oscilar entre los veinte centímetros y los casi dos metros. A pesar de ser flores delicadas, con un poco de mimo y cuidado puedes conseguir que los aster llenen de colores tu jardín. Los hay en diferentes tonos: rosa, lila, blanco, azul, etc; de flor doble y flor sencilla, y son plantas muy bonitas y alegres.
Los aster son plantas excepcionales como flor cortada. Si las mantienes con agua fresca en un florero, pueden llegar a durar más de 15 días. Debes eliminar todas las hojas de la parte del tallo por debajo del agua y aligerar un poco más las hojas hacia por la parte de arriba. Pon una gota de vinagre en el agua para maximizar su duración.
Cultivo y cuidado de Aster
Los Aster prefieren climas con veranos frescos y húmedos, les beneficia las temperaturas nocturnas más bien frías. Se plantas entre principio y mediados de primavera, en suelos húmedos, bien drenados y ricos en materia orgánica. Mejor en lugares soleados y dejando 30 centímetros de distancia entre plantas.
Durante la época de crecimiento vegetativo es recomendable pinzar a menudo las ramas para formar una mata densa y con mayor cantidad de flores. Los brotes más vigorosos se pueden replantar y conseguir nuevas plantas a partir de estos esquejes. Al final del invierno, cuando la planta ya está agotada y el follaje muerto, se deben cortar a ras.
Cada dos o tres años, a finales de invierno o principios de primavera, se recomienda dividir los aster, para mantener el vigor de la planta y la calidad de la flor. Es, además, otro método de reproducir nuestras plantas.
Plantar Aster en el jardín
Planta grupos de Aster en número de tres o más para hacer una bonita exhibición. Se plantan en primavera para tener flores a finales de verano y otoño. El hoyo de plantación debe ser algo mayor que la maceta donde venía la planta. Añade un poco de arena en el fondo del agujero para mejorar el drenaje, a los Aster les perjudica estar asentados sobre terreno fangoso.
Deje el espacio suficiente entre plantas para que el aire pueda circular y así prevenir problemas con hongos. Riega bien después de plantar y continua haciéndolo con moderación hasta que las plantas se establezcan. Vigila el riego, los aster son muy sensibles a la humedad, tanto a la falta como al exceso, lo que puede provocar la pérdida de las hojas o que las plantas no florezcan en condiciones. Se deben observar y al mínimo síntoma, probar un método de riego diferente.
A mitad del otoño, cuando los áster hayan terminado de florecer puedes cortar los tallos casi a ras de suelo. Otra opción, muy interesante a mi parecer, es dejar las cabezas florales con semillas en su lugar para que en invierno sirvan de refugio y alimento a la vida silvestre. Mantén bien nutridas las plantas esparciendo, en primavera, una fina capa de mantillo alrededor de la base de las matas.
Cultivo de Aster en macetas
Los áster se pueden cultivar en macetas utilizando un sustrato que drene muy bien. Puedes usar compost de uso general y un tiesto con sus correspondientes orificios de drenaje. Debe ser un recipiente algo más profundo que la maceta en la que va la planta que adquieras.
Después de la floración, las plantas deben cortarse y pasar el invierno a resguardo en un invernadero o dentro de casa. En primavera, cuando notes señales de nuevo crecimiento en la primavera, cambia de contenedor las plantas y vuelve a plantar en otra maceta más grande con compost fresco. Si ya son plantas grandes, puedes optar por dividir las matas en diferentes contenedores.
Cuidados generales de los Aster
Suelo
Los aster crecen mejor en suelos limosos: ricos, con un gran porcentaje de materia orgánica, y textura húmeda y suelta. No les gusta el suelo arenoso, ya que se seca rápidamente y con ello también las raíces de las plantas.
Temperatura
Los aster pueden soportar algo de frío pero no son resistentes a las heladas fuertes. Si vives en un clima con temperaturas bajo cero, agrega una capa gruesa de mantillo alrededor de la base de tu planta, encima del suelo, antes de la primera helada de otoño.
Luz
Los Aster crecen y florecen mejor a pleno sol. Algunas variedades toleran la sombra parcial pero producirán menos flores.
Riego
A los Aster no les gusta vivir en suelos empapados, el exceso de humedad solo aumentará la posibilidad de que se formen enfermedades fúngicas. Riega en abundancia cuando plantes y regularmente mientras se establece, pero solo cuando el suelo se haya secado por completo. Lleva cuidado con las plantas en macetas, los tiestos se secan más rápidamente.
Fertilizante
Bastará con esparcir estiércol o humus de lombriz sobre el terreno una vez cada primavera. Con esto las plantas tendrán suficiente alimento para estar bien nutridas toda la temporada. No es necesario abonar más, aunque un fertilizante de liberación lenta, agregado un par de veces al año, le dará un impulso extra a las plantas.
Plagas y enfermedades
Por desgracia, el follaje de los aster es un festín para caracoles y babosas, así como muy susceptible a coger enfermedades por hongos: mildiu, mancha roja o smut; y a atraer pulgones y ácaros. El mejor método para prevenir que las plantas enfermen es mantenerlas bien nutridas, añadiendo una fina capa de mantillo cada primavera alrededor de las matas.
Los Aster también son susceptibles de padecer oídio, una enfermedad fúngica que aparece como una capa de polvo en el follaje. Para la prevención, planta con la separación adecuada para permitir la circulación de aire entre matas. Para combatirlo, una vez se manifiesta, elimina las hojas afectadas y prueba con algún remedio orgánico como la infusión de cola de caballo.
Así es, Mónica, los Aster son preciosos aunque delicados.
¡Qué fotos tan bonitas y de tantos colores nos has regalado!
Muchos besos.
Me encantan los aster, pero se me dan fatal!!!
Gracias por tu comentario, Montse
Hermosas flores y muy valiosa la información sobre ellas! Me encantaron las fotos también! Saludos!
Gracias Marita!