Los aster son plantas vivaces de flores compuestas, similares a las margaritas, con cabezas florales que parecen pequeñas estrellas. Llenan de color los jardines a finales de verano y otoño, cuando otras plantas ya han dejado de florecer.
Dependiendo de la variedad, la altura de la planta puede oscilar entre los veinte centímetros y los casi dos metros. Son plantas muy versátiles que se pueden utilizar con diversos propósitos: para hacer fronteras, en jardines de rocas o incluso en jardines informales. Una maravillosa propiedad de los aster es que atraen mariposas e insectos beneficiosos al jardín.
Los aster prefieren climas con veranos frescos y húmedos, les beneficia las temperaturas nocturnas más bien frías. Se plantas entre principio y mediados de primavera, en suelos húmedos, bien drenados y ricos en materia orgánica. Mejor en lugares soleados y dejando 30 centímetros de distancia entre plantas.
Durante la época de crecimiento vegetativo es recomendable pinzar a menudo las ramas para formar una mata densa y con mayor cantidad de flores. Los brotes más vigorosos se pueden replantar y conseguir nuevas plantas a partir de estos esquejes. Al final del invierno, cuando la planta ya está agotada y el follaje muerto, se deben cortar a ras.
Cada dos o tres años, a finales de invierno o principios de primavera, se recomienda dividir los aster, para mantener el vigor de la planta y la calidad de la flor. Es, además, otro método de reproducir nuestras plantas.
Por desgracia, el follaje de los aster es un festín para caracoles y babosas, así como muy susceptible a coger enfermedades por hongos: mildiu, mancha roja o smut; y a atraer pulgones y ácaros. El mejor método para prevenir que las plantas enfermen es mantenerlas bien nutridas, añadiendo una fina capa de mantillos cada primavera alrededor de las matas.
Los aster son muy sensibles a la humedad, tanto a la falta como al exceso, lo que puede desencadenar la pérdida de las hojas o que las plantas no florezcan en condiciones. Se deben vigilar y al mínimo síntoma, probar un método de riego diferente.
A pesar de ser flores delicadas, con un poco de mimo y cuidado puedes conseguir que los aster llenen de colores tu jardín. Los hay en diferentes tonos: rosa, lila, blanco, azul, etc; de flor doble y flor sencilla, y son plantas muy bonitas y alegres.
Así es, Mónica, los Aster son preciosos aunque delicados.
¡Qué fotos tan bonitas y de tantos colores nos has regalado!
Muchos besos.
Me encantan los aster, pero se me dan fatal!!!
Gracias por tu comentario, Montse
Hermosas flores y muy valiosa la información sobre ellas! Me encantaron las fotos también! Saludos!
Gracias Marita!