Ya estoy de vuelta con mi jardín, después de la pausa navideña ya es hora de retomar el trabajo e ir arreglando cosas y preparando la tierra y los arbustos para tener un bonito jardín en primavera. El resultado depende, en gran medida, de los planes y preparativos que realicemos estos meses previos. El invierno no es una estación de trabajo pesado, pero sí de limpieza y cuidados preventivos.
Una de las zonas de mi jardín que sin duda necesitaba un repaso era este arriate junto a la entrada de casa. Sufrió muchísimo durante una obra que realicé la primavera pasada, las plantas que hace tiempo hubo en él tuvimos que quitarlas y aunque replanté algunos arbustos, las prisas y el tiempo muy caluroso que llegó enseguida, no dejaron que las plantas prosperaran en buenas condiciones.
En las imágenes podéis ver un rosal y una enredadera de hojas grandes junto a la pared. Son las plantas que puse con idea de colgar una celosía en el muro para que, cuando estas trepadoras crezcan, cubran la pared y pasen por encima de la puerta. Así estaba ese arriate antes de que todo cambiara y así quiero que vuelva a ser. Me encantan las entradas rodeadas por trepadoras.
Por delante, este verano pasado, rellené con otras plantas de porte bajo que no dieron buen resultado, la mayoría esquejes de arbustos que tengo en el jardín. En esta ocasión he comprado algunas plantas ya desarrolladas que espero funcionen mejor.
Consulté con una amiga, que tiene unos rosales preciosos en su jardín, lo poco y mal que ha crecido mi rosal en este tiempo. Ella me sugirió la posibilidad de que la tierra del arriate fuera pobre y que sería buena idea sacarlo y mejorar el suelo añadiendo una buena cantidad de humus de lombriz. Para sacar el rosal esperé a que estuviera completamente parado y entonces lo desplanté, moví y cavé todo el arriate e incorporé el humus. Además procuré profundizar todo lo que pude el hoyo del rosal y lo volví a plantar rellenando con sustrato nuevo.
Por delante decidí que resultaría más bonito poner tres plantas grandes que muchas pequeñas (como tenía antes) y al ver este precioso Viburnum tinus me pareció una buena opción. Junto a él coloqué un hijo del Agave attenuata que tengo en la rocalla y en el otro extremo de la jardinera un Pittosporum teunifolium «variegata». Todas estas plantas soportan bien el sol que recibirán en verano y tienen necesidades de riego similares. El ágave podría pasar con menos agua, pero no le hará mal el ritmo de riegos que requieren las demás.
El arriate está a izquierda de la puerta y a la derecha, para equilibrar, he puesto una maceta grande con una Polygala Mirtyfolia. La Polygala es un arbusto perenne de gran valor ornamental que forma una masa frondosa de hojas y que en climas cálidos, como el mío, casi todo el año tiene flores. Justo estos días es cuando menos tiene, pero aún así, siempre tiene unas cuantas.
Junto a ella, en una pequeña maceta he añadido una suculenta de tonos púrpura de la que desconozco el nombre, pero con un color tan bonito que no pude resistirme a comprarla cuando la vi.
De momento estos son los trabajos que he hecho en ese pequeño arriate: mejor la tierra y plantar los arbustos que consideré más indicados. Lo siguiente será rociarlos con aceites insecticidas para prevenir las plagas y aplicar fungicidas para mitigar la aparición de enfermedades fúngicas cuando lleguen temperaturas más cálidas.
¿Y tu que trabajos haces estos días en tu jardín?