Os invito a ver este bonito pequeño jardín trasero de una casa londinense, concretamente en el barrio de Fulham, a unos 9 kilómetros del centro de la ciudad. La casa fue reformada por su propietario, quien quiso que en el jardín se prolongara el estilo minimalista de la decoración interior protagonizado por los tonos grises y la madera de nogal.
En el jardín se utilizó la misma paleta de colores oscuros. En primer plano se extendió una tarima de roble teñida en el mismo tono que el suelo interior, con ello se consigue dar continuidad al espacio y unificar perfectamente los dos ambientes. Unos metros más adelante comienza la zona de plantación que se ha cubierto con guijarros de granito negro para mantener la gama cromática. Un camino de piedra natural lleva a una pequeña terraza al fondo del jardín donde se ha colocado una mesa con bancos alrededor.
Probablemente estaréis de acuerdo conmigo en que este tipo de jardines resultan poco naturales, pero aprovechar un espacio de 5m. de ancho por 13m. de longitud no da para muchas formas naturales y campestres. A mi me encantan estos pequeños jardines urbanos donde uno puede disfrutar y relajarse cuidando las plantas.
En lo referente a la vegetación, la paleta de colores también se ha restringido a propósito de potenciar el efecto cromático, sólo se han empleado verdes, negro, crema y púrpura.
Entre las plantas destacan los tres olivos jóvenes plantados a la derecha con Ophiopogon planiscapus nigrescens a sus pies. El fondo del jardín se ha cubierto con una pantalla de bambú de la variedad Phyllostachys nigra. En los laterales, bordeando toda la parte baja de las vallas se ha plantado Pittosporum tobira «nana» y Cornus stolonifera. Hacia el fondo hay Trachelospermum jasminoides e Hidrangeas que aportan las tonalidades claras y para proporcionar el color púrpura se han plantado Angélica giga, Salvia nemorosa, Verbena bonariensis y Allium «Purple Sensation».
Me recuerda mucho el diseño que hicimos entre varias compañeras para el jardín de Soyade, lo puedes ver aquí.
Junto a la mesa esta planta, Hakonechloa macra alboaurea, también conocida como hierba de Japón.
Sencillo y bonito, ¿verdad? Pues observad cómo que era este jardín antes de su remodelación:
Y este el plano del jardín, compartido en la web de la diseñadora que lo ideó: Charlotte Rowe
Es el típico jardín de alguien que no le gusta la jardinería, que tiene dinero para que se lo diseñen y planten.
Es muy elegante y de muy bajo mantenimiento; aunque seguro que hay un jardinero profesional que va cada x tiempo para mantenerlo según diseño. (es normal en Londres)
El fin de este jardín es dar luz y decorar al cuarto de estar que se ha formado tirando la pared del sótano. También permite que en verano se pueda comer fuera.
El problema de los jardines "modernos" es que son "artificiales". Pero en ésto reside su encanto. Se suelen utilizar para hacer un salón exterior.
Es muy interesante que la mesa de piedra artificial del cenador no sea redonda, sino oblonga, con lo que reduce el espacio a ocupar.
La solución de la tarima de madera oscura en el jardín, a parte de unificar opticamente esa parte del jardín con el salón (seguro que se pensó desde el momento en abrir los ventanales y efectivamente unificarlos (ej para hacer fiestas), tiene la ventaja de que en Londres, hay mucha humedad; y la tarima aísla los pies del que esté sentado en una tumbona tomando el sol, o desayunando en una mesa auxiliar.
La única cosa "rara" es que ha plantado la verbena bonaerensis -está de moda en Londres-, pero tal vez sea lo más apropiado en un jardín de tonos verdes: si hay una masa de flores a un lado del jardín, se descompensaría la composición y atraería la mirada hacia ese lado.
Tal vez los colores oscuros del suelo del jardín atraen la mirada para que el observador no se de cuenta de que el jardín es pequeño y de que está rodeado de casas (la parte trasera de las casas de enfrente)
El haber puesto lineas horizontales de diversos tonos, ayuda a formar la ficción de que el jardín es más ancho de lo que de verdad es.
Y como hay varias de estas líneas, crea también una sensación de profundidad.
Hay que tener en cuenta que la solución del suelo oscuro en Londres no tiene mucho sentido: si hubiese sido blanco, hubiese proyectado la luz sobre la casa, alegrando el ambiente (los alfeizares de las ventanas siempre se pintan de blanco por eso mismo). Se ve que la diseñadora ha pensado también en ésto y ha elegido a propósito esta opción (ej tal vez el jardín ya está orientado al sur (si no no veo que los olivos, otra planta que está de moda en Londres, tengan mucho futuro)
Muchas gracias por tu aporte, Jose Alonso. Lo has explicado muy bien.
Saludos!