fotografía:shabbychick.me.uk
Por mi experiencia con mis dos hijos puedo contaros lo gratificante que es transmitirles el amor por las plantas. Pasar la tarde con ellos en el jardín es una actividad entrañable y trabajar juntos en una tarea común estrecha los lazos familiares. Son días divertidos, con mucho esfuerzo por nuestra parte y que terminan con los dos peques a remojo en la bañera. Sí, es agotador… ¡¡¡pero delicioso!!!
El cuidado del huerto es una actividad pedagógica que ya se utiliza en muchas escuelas, aprender con la práctica es la forma más entretenida de hacerlo y una buena manera de motivar a los pequeños. Para los niños la tierra, el agua y los útiles de jardinería son una diversión, aprovecha todo lo que pueden sacar de positivo con este entretenimiento.
Como imaginarás sólo deberán utilizar las herramientas de mano con las que no se puedan hacer daño, no te aconsejaría dejarles una azada o las tijeras de podar.
En cooperativas agrícolas (agrotiendas) y gardens puedes encontrar mucha variedad de hortalizas para que los chicos planten en el huerto, pero también tienes la opción de preparar semilleros y ver cómo germinan vuestras semillas. En este post tratamos ese tema.
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Aprovecha para enseñarles a reciclar y a compostar, a construir soportes con cañas para las trepadoras, a diferencias los «bichos» malos de los buenos, etc., jugando con las plantas desarrollarán gran parte de sus habilidades motrices.
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Algunas de las plantas que más éxito tienen entre los peques suelen ser tomates, fresas, zanahorias, etc. En general todas las que producen frutos muy coloridos y mejor grandes que pequeñas. ¿Qué tal unas calabazas?
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Y si lo que tienes es una terraza, patio o balcón, bastará con que le prepares un cajón para plantar una tomatera, dos o tres lechugas y seis zanahorias…, ¡por ejemplo!
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