Puede que escuches nombrar a este árbol con diferente nombres según el lugar: árbol sagrado, árbol de los 40 escudos, árbol de las pagodas, árbol del cabello de Venus, o simplemente gingo. Su nombre científico, ese que es el mismo en cualquier lugar del mundo, es Ginkgo biloba y se lo debe a Carlos Linneo, quien lo clasificó en 1771 en el segundo volumen de su Systema Naturae.
Ginkgo biloba, árbol sagrado y auténtico fósil viviente
Originario de Japón, Corea y este de China, el Gingko es un árbol sagrado que en la tradición budista está cargado de simbolismo. Se planta cerca de templos y los ejemplares viejos se veneran como auténticos dioses. Lo realmente fantástico de estos árboles es que son una de las especies más antiguas que se conocen, se han encontrado fósiles de Ginko pertenecientes al Pérmico (hace 275 millones de años)
El Ginko es uno de los árboles más longevos y resistentes que se existen. Pueden llegar a vivir más de mil años y resistir tremendas catástrofes, como los Ginkgos que en 1945 sobrevivieron a la bomba nuclear lanzada sobre Hiroshima y que rebrotaron en la primavera siguiente. Estas sorprendentes propiedades lo hacen indispensable en la medicina tradicional china.
El cultivo del Ginkgo está extendido en la actualidad por todos los continentes. En China no es complicado encontrar ejemplares muy lonjevos, como el del templo Gu Guanyin con más de 1400 años.
En el Jardín Botánico de Kew se encuentra el más viejo de los ginkgos europeos, algo más de 250 años.
Yo, personalemente, nunca he visto ejemplares tan antiguos, pero sí los he contemplado en diferentes ciudades, incluida Valencia, con un magnífico ejemplar en los jardines de Monforte. En un reciente viaje a Granada también pude contemplar lo bellos que resultan con sus hojas doradas de otoño.
Lo que está claro es que no son árboles para jardines pequeños. A pesar de tener un crecimiento lento, pueden llegar a alcanzar tamaños majestuosos superando los 30 metros de altura y 150 cm de diámetro de tronco.
Estos árboles enormes son de una belleza increíble, yo he visto alguno pero no de esas dimensiones.
Un beso enorme, Mónica, te deseo mucha felicidad y que pases unas FELICES FIESTAS con tu familia. ¡Feliz Navidad!