Tanto el kumquat como el calamondin se pueden consumir frescos, crudos y enteros, incluyendo la piel. El primero tiene un sabor más dulce, el segundo resulta ligeramente amargo.
Para mantenerlos en conserva se debe dejar que pierdan parte de su humedad y sumergirlos enteros en almibar. Este procedimiento realza su sabor.
Otra forma de conservarlos es caramelizarlos. Para ésto hay que realizar tres pasos:
1. Sumergir los frutos en agua caliente con bicarbonato durante un día.
2. Cortar en mitades y cocer ligeramente en almibar espeso. Repetir esta operación una vez al día durante 3 días.
3. Al cuarto día, sacar las piezas del almibar, secar y azucarar.
Una opción más es preparar mermelada, tanto de kumquat, de calamondin o de ambas frutas juntas.