El Agave americana es una planta suculenta que pertenece a la familia Agavaceae y que se conoce con diversos nombres comunes según las diferentes regiones geográficas donde crecen: ágave, pita, pitera, sisal, maguey, mezcal, etc.
Es una planta originaria de México, aunque en la actualidad está naturalizada por países de los cinco continentes, y aunque es una planta hermosa y muy productiva, en España está catalogada como especie invasora por suponer una amenaza para la flora autóctona en determinadas regiones de nuestro país.
El Agave americana es un planta de gran tamaño y muy resistente a terrenos áridos. Sus ramas, largas, gruesas y carnosas, crecen alrededor de un pequeño tronco formando una roseta. Las ramas tienen numerosas espinas marginales y otra en el ápice por lo que es bastante delicado acercarse a ellas y manipularlas.
Son plantas de crecimiento lento que pueden tardar más de ocho años en madurar y producir flores. Lo hacen sólo una vez en su vida, emiten un tallo largo que nace en el centro de la roseta y en que a diferentes alturas se forman las flores. Después la planta madre muere (es monocárpica), pero deja mucha descendencia.
Los ágaves se reproducen por hijuelos o por semillas. Los hijuelos aparecen desde la raíz, alrededor de la planta madre. Las semillas maduran en el tallo floral y muchas veces llegan a producir nuevas plantitas antes de caer.
Existen diferentes variedades de Agave americana con tonalidades diferentes: «Mediopicta», «Variegata», «Marginata», etc. El que yo suelo encontrarme en los paseos por los alrededores de casa es el más común, con las hojas verdes por completo y un cierto tono azulado.
Son enormes, quizás sobre dos metros de diámetro, y si te acercas para coger un hijuelo hay que ir con muchísimo cuidado para no pincharte. Dicen que su jugo es muy irritante al contacto con la piel, yo (por si acaso) no lo he comprobado 🙂
Estas pequeñas plantitas que crecen en el tallo terminan por desprenderse y caer al suelo. Al poco tiempo emiten raicillas y crecen en el terreno llenando la zona. Imaginaos cuantas plantas se pueden llegar a formar de una sola planta madre.
Al pasar por debajo de este ejemplar recogimos algún individuo pequeño. Se pueden plantar en maceta y crecerán más contenidas, sin hacerse tan grandes.
Antes abundaban por aquí ágaves variegados, de hojas dobladas, pero esos deben ser menos resistentes porque ya no los vi.
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He estado investigando si esta planta tiene propiedades medicinales y curiosamente me he encontrado una contradicción: en wikipedia he leído que su jugo se utiliza para tratar heridas e irritaciones de la piel, mientras que en infojardín dice que es irritante.
Yo no lo he probado y ante esta disconformidad creo que no lo haré, es más, en un foro leí a una persona explicar que sufría una erupción después de tocar esta sustancia. Si habéis tenido alguna experiencia al respecto me encantaría que nos la comentarais para salir de dudas.