Después de unos días de lluvia, ha vuelto a brillar el sol. La temperatura ha subido y las caléndulas vuelven a florecer como si todavía fuera primavera. Me gusta la luminosidad que aportan al jardín con su tono amarillo.
Las caléndulas son plantas sencillas de cultivar. Se adaptan a cualquier tipo de suelo, tanto en el jardín como en macetas, siempre que drene bien y no se encharque. Lo ideal es ubicarlas a pleno sol, en semisombra también pueden prosperar pero florecerán menos.
Si quieres que produzcan abundantes flores debes cortar las flores marchitas. Sin embargo, yo las dejo madurar, pues de esta forma las semillas caen al suelo y se autosiembran. De este modo consigo plantas nuevas o matas más espesas.
Pueden soportar heladas ocasionales de hasta unos -5ºC y si las podas al final del verano, conseguirás que aguanten mejor hasta la siguiente temporada.